Guía Esencial: Cuidado para Zapatos de Raso (100% Tela)

El raso es un material delicado que requiere un manejo preciso para mantener su brillo y estructura. 

1. Limpieza y Mantenimiento Preventivo

La prevención es crucial debido a la sensibilidad del tejido a la humedad y el roce.

• Protección Inicial: Aplica un spray protector o repelente de líquidos diseñado para textiles delicados. Haz una prueba en una zona oculta y deja secar completamente antes de usar.

• Limpieza de Polvo: Usa un paño de microfibra limpio, seco y muy suave, o un cepillo de cerdas blandas, para retirar el polvo superficial. Pasa el paño siempre en la misma dirección para no alterar la textura del raso.

2. Manejo de Manchas

Actúa rápidamente sobre las manchas, especialmente las de líquido.

• Manchas de Agua: Si el zapato se moja, NO uses calor directo (secador o sol). Rellena el zapato con papel blanco (sin tinta) para absorber la humedad y déjalo secar al aire en un ambiente seco.

• Manchas Ligeras (No Oleosas):

  1. Prepara una solución con agua fría y una mínima cantidad de jabón neutro.

  2. Humedece un paño blanco y limpio (sin empapar).

  3. Aplica el paño con toques suaves sobre la mancha, trabajando del borde hacia el centro. Evita frotar con fuerza.

  4. Usa otro paño solo con agua fría para "enjuagar" y retira el exceso de humedad con una toalla limpia.

  5. Deja secar al aire.

• Manchas Grasas o Difíciles: No intentes removerlas con solventes caseros. El raso puede dañarse permanentemente. Consulta un servicio de limpieza de calzado profesional que tenga experiencia con textiles de fibra delicada.

3. Almacenamiento Profesional

La forma en cómo guardas el calzado define su durabilidad.

• Protección: Guarda los zapatos en sus bolsas de tela transpirable originales para protegerlos del polvo y de roces con otros objetos.

• Forma: Utiliza hormas de zapato sin tratar para mantener la silueta del calzado y prevenir arrugas en el tejido.

• Ambiente: Almacena en un lugar fresco, seco y oscuro. La luz solar directa o la humedad alta pueden causar decoloración o daños en la tela.

Nota: El raso es propenso a engancharse. Evita el contacto con superficies ásperas o afiladas.